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A veces no sabemos exactamente qué nos pasa, pero sentimos que algo no va bien. Puede que estés atravesando una ruptura difícil, sintiendo que te has perdido a ti mismo/a, o que las emociones te sobrepasan sin entender por qué.

Quizás:

• Te cuesta soltar una relación y duele más de lo que imaginabas.
• Sientes que dependes demasiado de lo que otras personas piensan o hacen.
• La ansiedad o el desánimo se han vuelto parte de tu día a día.
• Estás cansado/a de exigirte tanto, pero no sabes cómo parar.
• Has vivido relaciones que te han dejado huella, y aún lo notas en cómo te vinculas.
• Quieres entenderte mejor y cuidarte más, pero no sabes por dónde empezar.

Si algo de esto te resuena, estás en el lugar adecuado.

Trabajo desde un enfoque que prioriza el cuidado, el respeto y la comprensión profunda de lo que estás viviendo.